Yage

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domingo, 14 de febrero de 2010

PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA - Los Miraña

Ubicados en el noroccidente amazónico colombiano y asociados lingüística y culturalmente con los Bora con quienes están emparentados, los Miraña identifican como principal ser creador a Píívyéji Niimuhe (en español, Dios de Centro), ser viviente omnipotente y omnipresente que protege con su cuerpo (se dice que con el cabello), las tres secciones en las que los Miraña dividen el Mundo: el mundo en el que vive este pueblo indígena, el mundo de la Garza y el mundo del Hacha.


Maguaré (CSTM, Medio Caquetá, 1995)

En la primera sección del Mundo o mundo de los Miraña (pero también de los Bora), se emplazan los descendientes de la primera pareja humana que creó Niimuhe, quienes coexisten con las plantas originales (la coca, el tabaco y la yuca). Es en esta sección de mundo se ubicó el arbol conocido como palo de rosa (Aniba rosaeodora) o Mákápahe en lengua, del cual surgió a partir de la transformación del hijo de la pareja en arbusto y cuya madera constituirá la materia prima para la elaboración del reconocido tambor local denominado manguaré.

Así como el creador está presente en las plantas, en los seres que están debajo de la tierra y aquellos que están en el espacio, Niimuhe está también presente en el mundo acuático.

Los animales, que adquieren en el plano donde viven, una figura semejante a la del ser creador y por ende, a la humana, se convierten en los seres intermediarios entre el Creador y los humanos, reconociéndoseles como “seres de la naturaleza”, “dueños de la naturaleza” o “dueños de mundo”. Prácticamente todos los seres humanos debemos pedir permiso a estos dueños de mundo para desarrollar las actividades cotidianas que se desarrollan en la selva.

Para poder comunicarnos con estos seres, los sabedores indígenas señalan que necesariamente se debe utilizar el ámbil (1), la coca (2) y la caguana (3), elementos que deberán ser preparados y entregados al Creador en el lugar de conversación o “mambeadero” (4) ubicado al interior de la maloca. Estos elementos no serán tocados por persona alguna, ya que estos productos constituirán la provisión del Creador mientras sea invocado.


Por excelencia, los seres de la naturaleza personifican los guardianes de cada uno de los seres que viven en la tierra. Entre los más conocidos entre los Bora - Miraña encontramos los siguientes seres: 

Así como el creador está presente en las plantas, en los seres que están debajo de la tierra y aquellos que están en el espacio, Niimuhe está también presente en el mundo acuático.

Palos con los que se toca el maguaré.
(CSTM, Alto Cahuinarí, 1997)



Los animales, que adquieren en el plano donde viven, una figura semejante a la del ser creador y por ende, a la humana, se convierten en los seres intermediarios entre el Creador y los humanos, reconociéndoseles como “seres de la naturaleza”, “dueños de la naturaleza” o “dueños de mundo”. Prácticamente todos los seres humanos debemos pedir permiso a estos dueños de mundo para desarrollar las actividades cotidianas que se desarrollan en la selva.

Para poder comunicarnos con estos seres, los sabedores indígenas señalan que necesariamente se debe utilizar el ámbil (1), la coca (2) y la caguana (3), elementos que deberán ser preparados y entregados al Creador en el lugar de conversación o “mambeadero” (4) ubicado al interior de la maloca. Estos elementos no serán tocados por persona alguna, ya que estos productos constituirán la provisión del Creador mientras sea invocado.

Por excelencia, los seres de la naturaleza personifican los guardianes de cada uno de los seres que viven en la tierra. Entre los más conocidos entre los Bora - Miraña encontramos los siguientes seres: 

  1. Iámé Niimúhe o “dueño de los animales”, dueño de mundo que se hace presente a través de la presencia de ráfagas de viento, y a quien hay que pedir permiso antes de dar cacería y matar a un animal.
  2. Bájúne Mééi o “dueño del monte (4)”, quien adquiere la forma humana, aunque se diferencia por sus largas orejas y uñas. Se le considera el responsable de todos los árboles frutales y medicinales existentes en la selva (no en la chagra, que ya es espacio humanizado).
  3. Úméko Wájya o ser agreste que devora a todos aquellos individuos que no cumplen con las reglas establecidas.  Este personaje también se le asocia a la guerra, ya que se dice que con su poder, agilidad y astucia se puede vencer al enemigo.
  4. A este ser viviente se le suele asociar con la aparición del  arco iris de occidente o Tújpawa (“arco iris colorado”), fenómenos que es interpretado por los sabedores Bora – Miraña como señal de que pronto habrá derramamiento de sangre a causa de guerra o contienda. Tanto a  Úméko Wájya como a Tújpawa se les considera seres de venganza y es común que se les suela pedir que debilite al enemigo para poder vencerlo.
  5. Píjkyáne Núhba o ser que facilita el normal crecimiento y desarrollo de todas las plantas que se cultivan en la chagra, además es el encargado  de propiciar que el terreno se airee y se seque para poder quemarla y sembrarla con las diferentes especies de plantas comestibles y medicinales.
  6. Májchotáwa Núhba o ser que se suele asociar con la noche – específicamente con la luna, ya que interviene al igual que Píjkyáne Núhba en el crecimiento, alimentación y protección de las plantas. Este es uno de los personajes que ejemplifica la labor de aquellos seres de naturaleza que trabajan en la noche, mientras los demás seres vivientes descansan.
  7. Dóóráme Bóóa o “la boa negra”, ser de naturaleza que en el agua se responsabiliza de todos los animales allí existentes, sean peces o no. Esta boa cuida a los seres humanos cuando circulan por los ríos y es la encargada de proporcionarnos los peces necesarios para comer. A este ser viviente se le encomienda la labor de definir qué debe pasarle a  aquella persona que captura peces más de la cuenta, dictaminando la recompensa o el castigo que merece.
  8. Úúníjya Bóóa o “boa pintada” (también Nújpa Bóóa), encargada de cuidar el agua y los ciclos de lluvia, inundación, sequía y desagüe de las aguas de todas las fuentes hídricas y cuerpos del agua existentes en el territorio. Al igual que Dóóráme Bóóa está al cuidado de quienes navegan por las torrentosas aguas de los ríos y se encarga de controlar la cota de lluvia, especialmente cuando se necesitan realizar actividades comunitarias como mingas, bailes y/o celebraciones rituales.
  9. Thi o arco iris común, es el encargado de anunciar las lluvias. Se dice que trabaja en asocio con Úúníjya Bóóa, ya que entre ambos, calculan y controlan los niveles de lluvias.
  10. Mííkuru o las estrellas o seres encargados de facilitar con los astros grandes, indicando cuándo se darán los ciclos de invierno y verano.
  11. Újkómu Wájyao tigre de agua. Se le equipara en el mundo acuático con la yuca brava o venenosa terrestre. Se le considera el dueño de todo lo malo que ocurre en el mundo Bora Miraña, pues representan por excelencia la ferocidad. Los indígenas que los han visto lo describen como un ser cuyo cabeza y hocico se asemeja a la del jaguar, en tanto que su cuerpo simula al de una nutria o perro de agua, aunque es más lanudo.Quienes han sido testigos de la presencia del tigre de agua señalan que suele aparecer en aguas turbulentas, donde muchas veces alguien lanzó al agua comida cubierta con ají, lo que atrae de inmediato a este ser, quien ataca a la embarcación desde donde fue arrojado el alimento, lanzando a los navegantes al agua para después devorarlos. Se dice que esta reacción se desencadena porque al tigre de agua le agrada el sabor de ají que preparan los indígenas, sabor que en cierto modo lo perturba y lo impulsa a atacar a los seres humanos, advirtiéndoles como cacería mantecosa de la cual se puede alimentar. También se dice que se hace presente muy cerca a los chorros o raudales, atacando a aquellas personas que irrumpen la tranquilidad con gritos y alboroto. Se dice que entre sus presas predilectas se encuentran los niños que suelen pasar largas horas del día jugando en el puerto, irrumpiendo la tranquilidad del tigre de agua que deambule por  el lugar.


Interior de la antigua maloca de Puerto Remanso - El Tigre (CSTM, 1997)

NOTAS

(1)     Entre los Bora – Miraña se le conoce a esta esencia de tabaco con sal de monte como “ampiri” (en Bora, máániu). La sal de monte en lengua se conoce en Bora como como ume.
(2)     En Bora como ÍÍbii.
(3)      En Bora como Káhgúnuko. Entre los Miraña, este es elemento ritual más de uso femenino que masculino,junto con el tucupí, ya que son elaborados por las mujeres.
(4)     Se refiere al tupido bosque que caracteriza la selva amazónica.



Autoría de Marimuteka Amejiminaa (Carmensusana Tapia Morales)

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